Colombia un país de viciosos

El ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, dijo que Colombia es un estado cantinero, que vive del vicio del tabaco y la cerveza, donde se muestra la gran cantidad de personas que sufren de cirrosis que deterioran la salud de los habitantes del país.

Guillermo Alfonso Jaramillo manifestó, Este departamento vive del vicio, del tabaco, de la cerveza, del aguardiente, eso es lo que recibe Nariño como departamento y la mayoría de los departamentos, un estado cantinero.

Hay que vender aguardiente, cerveza y cigarrillo para que tengamos cáncer de pulmón y cirrosis del hígado. No sabemos cuántos, pero ahí tenemos más de 500.000 cirróticos en Colombia.

Aquí hay dos Colombias: la que desde el norte de Bogotá cree que ahí esa es la Colombia, pero ustedes que viven en estos territorios sumidos en la violencia y en los problemas y en la pobreza y en un litoral abandonado, como es el del Pacífico, saben exactamente que hay otra realidad muy diferente a la que se vive en ese virreinato de Bogotá.

Yo también vivo en Bogotá, pero este es un gobierno centralista, presidencialista, sin autonomía de las regiones y sin presupuesto para las regiones.

Desde hace 25 años los gobiernos lo que han hecho es concentrar los recursos a nivel nacional y desde ahí mirar a quién le dan, el que más presión y poder político tenga. Allá llegan los recursos; al litoral pacífico no llega.

Esto que dice no es nada nuevo, todos saben que los recursos para la salud provienen de los vicios, los juegos de azar, se le olvidó mencionar las grandes licoreras, para nadie es un secreto que la economía del país la mueven, los grandes capos del vicio, no solamente el tabaco y la cerveza, sino la droga en todos sus componentes, el contrabando, la prostitución en todos los estilos sabores y colores, el secuestro.

Si nos ponemos a hacer mención no se acabaría con el listado en lo que el país está soportado, en gran parte por la economía del delito.

Vamos a conjeturar y ser un poco ilusos al tratar de pensar que los gobernantes saben quiénes son los peces gordos y quienes mueven los hilos del delito, que estos son los grandes titiriteros del país, que nada se hace sin su consentimiento, y que están a millas luz de saberlo por ello será que el delito galopa en el país, sin quien le ponga freno.

Con todo lo que pasa en el país, el pueblo está cansado de esperar que los mesías salvadores hagan algo por ellos, por el contrario, estos individuos que se creen los grandes gurús del bien y del mal, cada vez que abren sus bocotas y balbucean palabras son ni nada más ni nada menos para clavar al pueblo con más impuestos, encarecer la canasta familiar y quitarle las oportunidades de sus gentes, esa es la triste realidad de los que se dicen ser los defensores del pueblo, unos judas en potencia que van sumiendo cada más a todo un pueblo en la desesperanza.