Ni judas se atrevió a tanto

Las protestas convocadas por la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, y otros sindicatos que se sumaron a la marcha para apoyar el llamado que Gustavo Petro les hizo para presionar a la Corte Suprema de Justicia para nombrar la nueva fiscal, les salió mal.

Los manifestantes agolpados a las afueras de las inacciones del recinto bloquearon las entras y salidas, dejando a los magistrados y funcionarios atrapados, dentro.

Esto provocó enfrentamientos entre los manifestantes y la Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden, UNDMO, para poder sacar a los funcionarios del lugar.

Carlos Fernando Galán, alcalde mayor de Bogotá, manifestó, El asedio al Palacio de Justicia y las presiones a la Corte Suprema de Justicia son inaceptables.

Después de varios intentos, y a pesar del apoyo de los Gestores de Bogotá, se agotó esta instancia y se pasó a intervenir para desbloquear los accesos y garantizar la libre circulación de los magistrados.

Estas manifestaciones no pueden, por ningún motivo, derivar en violencia ni producir un bloqueo a la libre circulación de los magistrados de las altas cortes. Debemos rodear a la Corte Suprema de Justicia y garantizar que pueda elegir libremente a la próxima Fiscal General de la Nación.

Cesar Gaviria, el jefe del Partido Liberal, expresó, El presidente Petro está actuando con actos violatorios de la constitución, no solo se salió del estado de derecho, sino que estaría incurriendo en actos criminales. No vamos a permitir que Petro quebrante 200 años en que estas instituciones defendieron nuestra democracia y que en doscientos años de vida republicana nunca hemos visto actuaciones como las que estamos observando en el día de hoy, lo que estamos viendo más allá de un comportamiento dictatorial raya en lo criminal y como tal deben ser juzgados. El presidente no se está comportando como una persona cuerda, abogamos por su capacidad mental para gobernar a Colombia.

El presidente Gustavo Petro, declaró, Solicitaría no producir un enfrentamiento entre justicia y ciudadanía. La corte suprema tiene el derecho y el deber de elegir fiscal libremente, y la ciudadanía tiene el derecho de manifestarse. Este es un país de derechos y libertades. La protesta del pueblo no es contra la justicia, sino contra la mafia que se toma la justicia. La mayoría de la ciudadanía colombiana está por un país de la decencia. Son mis órdenes, garantizar la libre movilidad y nadie la obstaculiza en este momento.

El magistrado Gerson Chaverra Castro, presidente de la Corte Suprema de Justicia, en un comunicado expresó, Ante lo sucedido la Corte Suprema de Justicia se manifestó, La Corte Suprema de Justicia rechaza enfáticamente el asedio de las últimas horas al Palacio de Justicia de la Capital de la República. Situación que, además de afectar gravemente el derecho a la libertad de locomoción, pone en grave riesgo la vida e integridad física de magistrados, empleados, periodistas y demás ocupantes de la principal sede judicial del país.

La Corte defiende y garantiza el legítimo derecho a la protesta pacífica y la divergencia de posturas ciudadanas e institucionales en los asuntos públicos de la Nación. Sin embargo, condena en esta oportunidad el bloqueo violento e ilegal al que es sometida nuestra casa de justicia.

Es inaceptable que se llegue a sitiar a jueces cuya independencia, autonomía e imparcialidad debe ser impulsada y promovida tanto por la sociedad como por los poderes públicos del Estado.

La democracia queda en vilo cuando cualquier sector o actor de un país pretende presionar política, física o moralmente las decisiones de la justicia. En un Estado de derecho como el colombiano, la función judicial solo está sometida al imperio de la ley. Todo conflicto o diferencia deben ser tramitados por medio de los procedimientos institucionales consagrados en el orden jurídico.

La Corte Suprema de Justicia exige al Gobierno Nacional brindar las garantías necesarias para que el ejercicio de las competencias de esta corporación y los demás jueces colombianos se puedan desarrollar sin presiones, hostigamiento o amenazas.

Esta es la triste verdad del país, personajes incendiarios que por su querer ser de estar anclados en el poder les importa un pepino, la suerte del país, lo inverosímil es que haya personas que se presten para este ridículo juego, que los incita a marchar y luego les manda los antimotines, ni judas se atrevió a tanto.

Esto tiene ribetes o similitudes a lo que pretendió Trump cuando ordenó que se tomaran el capitolio para sabotear el triunfo de Biden, ahora lo hace este mandatario que azusa a sus seguidores para asediar a los funcionarios para que le cumplan sus caprichos.

Lo cierto es que el pueblo ya sabe, la clase de gobernante está resultando el presidente del cambio, del vivir sabroso, derrochando los recursos del país sin ningún pudor.