Se llevaron a cabo las votaciones presidenciales para el periodo, 2.022 – 2.026, 22.658.694 colombianos e dieron cita para elegir el nuevo mandatario, Gustavo Petro del Pacto Histórico obtuvo un total de 11.281.013 votos para un 50,44%, Rodolfo Hernández de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, con 10.580.412 votos, para un 47,31%, votos nulos 271.667 y votos en blanco 501.987.
Ante el inminente triunfo, el nuevo mandatario en su discurso manifestó, gracias a todas y todos ustedes en este día, que indudablemente es histórico. Es historia lo que estamos escribiendo en este momento. Es un cambio de verdad, un cambio real, en el que comprometemos la existencia, la vida misma. No vamos a traicionar a ese electorado que le ha gritado a la historia, es que a partir de hoy Colombia cambia.
No es un cambio para vengarnos, no es un cambio para construir más odios, es un cambio para profundizar el sectarismo en la sociedad colombiana, dejar el odio atrás. Las elecciones más o menos mostraron dos Colombias cercanas en términos de votos. Nosotros queremos que Colombia en medio de su diversidad sea una Colombia con política del entendimiento y del diálogo. Una política de comprendernos los unos a los otros.
El cambio significa que llegó el gobierno de la esperanza, este gobierno, que va a iniciar el 7 de agosto, es el gobierno de la vida, que quiere construir a Colombia como una potencia mundial de la vida, no habrá persecución política ni jurídica, solo habrá respeto y diálogo, no utilizaremos el poder para destruir.
Según las palabras de Petro su gobierno girará en torno a buscar la unidad y la paz, estaremos atentos a todo lo que, a partir de su posicionamiento haga, no permitiremos que abuse del poder y que cumpla todo lo que prometió en campaña. Como el nuevo presidente, Colombia escribió una nueva historia.
Se espera que elija en su gabinete personas idóneas, honradas, pulcras, que estén dispuestos a servir al pueblo y no llegar a robar, ni a colocar a todos sus familiares y amigos en los cargos públicos, que sus familiares se mantengan al margen y que no se crean los grandes e intocables para hacer y deshacer del poder, los nuevos no sabe quién soy yo.
Al margen de odios, rencores, venganzas y todo lo que dijo, si sería bueno que comience a investigar y castigar a todas elites y clanes familiares que han gobernado el país para que devuelvan lo que sea han robado, a esos sí se les debe expropiar de todos los bienes mal ávidos, no se les puede dejar que salgan con las manos llenas y con patrimonios inflados, es verdad que no se puede hacer persecución, pero si castigar a estas sanguijuelas.
A Duque y toda su cohorte hay que denunciarlos penalmente, judicializarlos y llevarlos a mazmorras para que paguen todo el daño que le han hecho al pueblo, ahora si salen a pedir cacao que respeten la institucionalidad cuando a estos les ha importado un pepino, se la han pasado por la galleta, hay que respetarlas es verdad y también hay que ponerlas al servicio del pueblo para castigarlos recua de malandrines.
El pueblo espera justicia, no impunidad, hay que tener mano dura contra estas ratas que se han enriquecido con las oportunidades del pueblo, hay que llevarlos al banquillo y que expliquen de donde y como lograron amasar grandes fortunas en tan poco tiempo, cuando aún no ha salido de sus cunas, sin miedo hay que expropiarles todo lo que se han apropiado ilegalmente o mal ávido.
