Athletic Bilbao derrotó al Barcelona 3-2 en los octavos de final de la Copa del Rey, anteriormente fue eliminado de la Supercopa y de la Champions League.
El cuadro catalán no levanta cabeza y un equipo que perdió la brújula y el técnico no ha acertado en implantar un estilo de juego que al menos muestre el trabajo que quiere que sus pupilos desarrollen.
El club esta pasando por una crisis económica y eso debido a las malas administraciones porque hay jugadores que ha sido comprados en valores exorbitantes y prácticamente regalados a la hora de salir de ellos, es el caso de Dembelé que costó 160 millones, Coutinho con 120 millones, Griezmann, con 135 millones de euros, sin contar otros jugadores que han sido vendidos por menos valor de lo que costó su pase, esa forma han ido despilfarrando el dinero sin control, ahora es que se ven las consecuencias porque las cuentas están en rojo y les toca ser austeros en los gastos.
Pero esto no se trata de malos manejos, parte de la culpa la tienen los jugadores que a la hora de ponerle el pecho a la brisa prefirieron pararse y no jugar para sacar a los técnicos que no eran de su agrado, las vacas sagradas no les gusto que llegarán personas que no eran de sus afectos y por ende decidieron pararse y dejar que el equipo fracasara.
No se pueden olvidar que estos jugadores decidieron que el equipo fuera humillado y sacado de manera miserable de las competencias internacionales, estos tienen gran culpa de que esté donde está, y para colmo de males traen a un estratega que no tiene el peso y el perfil para conducir un equipo que se ha caracterizado por estar compitiendo cosas grandes.
Hay que darle un compás de espera al nuevo técnico para que muestre que es lo que tiene y que lo enseñe rápido porque sus seguidores no van a seguir aguantando humillación tras humillación, hay que darle tiempo y si no da resultados con dolor en el alma se tiene que hacer a un costado y dejar que otro se haga cargo y que trate de sacar adelante el equipo.
